El 10,2% del PBI de nuestro país se destina a salud. Supera al promedio de América Latina y se ubica en la posición 49° entre 191 países. El 37% de la población acude al sistema público y el resto a las obras sociales y entidades de medicina prepaga.
Las enfermedades de mayor repercusión son el mal de chagas, el sida y la tuberculosis. En sus “Objetivos de Desarrollo del Milenio”, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha establecido metas para la Argentina: haber detenido e iniciado la reversión de la propagación del VIH/sida en 2015, reducir la incidencia de la tuberculosis un 8% anual y la tasa de mortalidad por tuberculosis un 10% anual, y haber certificado la interrupción de la transmisión vectorial de chagas en todo el país en 2015. Entre 2,5 y 3 millones de argentinos padecen el mal de Chagas.
El Sida cuenta con alrededor de 130 000 infectados. En esta materia y en la del aborto, el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, garantiza el suministro gratuito de preservativos, anticonceptivos hormonales orales e inyectables, el dispositivo intrauterino y la píldora del día después en hospitales y centros de atención primaria. Sin embargo, se estima que se realizan entre 400.000 y 500.000 abortos anuales en nuestro país.